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De Los Juegos con la pelota al minibasket

De Los Juegos con la pelota al minibasket

Para todos los amigos de la lengua española, un regalo: mi lección completamente traducido al español. Buena lectura.

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DE LOS JUEGOS CON LA PELOTA AL MINIBASKET


JUEGOS CON LA PELOTA

Se cree que los juegos con la pelota, debido a sus valores emocionales e intelectuales, deben ser incluidos en un programa educativo desde el jardín de infancia, ya que es desde los tres años que el niño está en posesión de todos los mecanismos motrices, esenciales para la actividad normal y que son un requisito previo para el desarrollo de sus habilidades motrices.

Este es el momento de introducir en las efectivas disponibilidades motrices del niño, una gran variedad de situaciones de estímulo, para conseguir un desarrollo adecuado de la conciencia corporal, de la lateralidad, de la orientación espacial, de la coordinación, de la estructuración del espacio y del tiempo, del equilibrio y de la capacidad de diferenciarse.

El niño a esta edad juega con la pelota, la tira, la lanza, la hace rodar sin la presión constante del maestro que sólo tiene que preguntarle “¿Qué se puede hacer con la pelota?” y el niño solo podrá descubrir progresivamente y de forma libre lo que puede hacer con la pelota.

Estos juegos libres y espontáneos con la pelota, se convertirán progresivamente en juegos de deportes de equipo con la pelota (Minibasket, Minivolley, Minifútbol, ​​etc. ), justas premisas para establecer las condiciones adecuadas para una correcta introducción a diferentes deportes (Baloncesto, Voleibol, Fútbol, etc.).

Se trata, en esencia, de aprovechar el enorme valor lúdico ínsito en la relación entre el niño, la pelota, los demás y el mundo de los objetos (canasta , puertas, redes, líneas, etc.) .

En el nivel práctico, utilizando pelotas de diferentes tamaños, material, peso, superficie, los niños tendrán que realizar ejercicios-juegos de manipulación y de sensibilización, de educación a las posturas, de control, de lateralización, de equilibrio, de coordinación, de orientación, de estructuración espacio-temporal y de diferenciación.

Todo esto de acuerdo con los movimientos de todo el cuerpo así como con el de las partes individuales que se utilizan en los diferentes juegos de deporte (manos, pies, cabeza, torso, etc.) y con los instrumentos que se usan para jugar.

Este trabajo, realizado de una forma gradual y progresiva, es necesario para educar adecuadamente la imagen corporal y para establecer múltiples imágenes motrices, para determinar la dominancia hemisférica efectiva y para fortalecerla, evitando así la aparición del síndrome del zurdo contrariado.

Respetar el grado de aprendizaje de los niños, es muy importante (dar a los niños lo que son capaces de recibir), considerando que el proceso de aprendizaje es el mismo para todos, lo que cambia es el ritmo con el que este se lleva a cabo y se relaciona con la experiencia del cuerpo, patrimonio de cada niño.


LA PELOTA

Jugar con la pelota es una manera de comunicarse consigo mismo y con los demás, de crecer, de mejorar las destrezas y habilidades motrices, el rendimiento escolar, el carácter y la personalidad.

La pelota, mejor que cualquier otra herramienta, se presenta como un elemento motivador electivo y simbólico, porque el niño sigue siendo, según sus necesidades, el único y verdadero protagonista de la situación.

La pelota tiene una gran versatilidad de uso, tanto que se establece como una fuente muy rica de nuevos y diferentes estímulos, especialmente si se colocan en relación con el mundo de los objetos y con el mundo de los demás.

La pelota evidencia macroscópicamente la tridimensionalidad del espacio

(altura, anchura, profundidad) y, si colocada en relación con el mundo de los objetos, constituirá la motivación para la próxima búsqueda creativa del niño, que se realizará a través de la experimentación personal y colectiva.

El niño es un pequeño genio y se sirve de la realidad que intenta interpretar y, a través de esta representación, se expresa a si mismo.

El niño usa la pelota de acuerdo con sus necesidades, que son al inicio de naturaleza universal y, seguidamente de naturaleza creativa (la creatividad es la capacidad de adaptarse a cualquier situación). Un niño se mide por su capacidad creativa.

Por ejemplo, una pelota que rebota, se hará nuevamente rebotar, una pelota en el suelo se chutará, una pelota lanzada por el adulto hacia el niño será recibida por este, o intentará recibirla estirando sus brazos.

Después de una primera fase de conocimiento y experimentación con el balón (4-5 años: juego simbólico), el niño será capaz de jugar con su pelota, se sentirá seguro, descargará su agresividad sobre el balón y aumentará la capacidad prensil de las manos a través de ejercicios de manipulación y de lanzamiento además de utilizar los pies para chutar.

A partir de los 6 años, el niño que juega con la pelota es absolutamente igual al poeta, al artista, al científico, ya que crea, a través del movimiento, algo propio, basado en las “sugerencias de trabajo”, presentadas por el Instructor. Sucesivamente será capaz de transferir, de manera gradual y natural, su aprendizaje al juego.

Un niño de 7-8 años quiere juegos fáciles (de lo simple a lo difícil, de lo conocido a lo desconocido), con pocas reglas y luego buscará juegos siempre más difíciles, complejos y con muchas reglas.

Es casi imposible pretender que en este momento, cuando el niño juega, pase la pelota a un compañero de equipo, porque él juega solo en el grupo y el juego con la pelota está pensado sólo como una satisfacción de sus necesidades simbólicas y fantásticas.

Más tarde, bajo la dirección y los consejos del Instructor, aplicará a reglas simples, su creatividad y su imaginación motriz (transición de un juego espontaneo al juego con reglas), lo que conducirá poco a poco a la resolución de situaciones-problema siempre diferentes y nuevos (capacidad de juego individual).

Por ejemplo, para el Minibasket: jugar la pelota con las manos, colaborar con los compañeros (pasar y moverse para recibir el balón), tirar en la canasta del adversario y defender la pelota y la propia canasta.

La transición de juegos con la pelota a juegos-deporte es breve.

Los niños pasan, en este período, de manera gradual y natural del movimiento al juego, del correr al esprintar, de los comunes lanzamientos de la pelota al botarla, pasarla y tirarla.

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EL MINIBASKET

El Minibasket es un deporte educativo, colectivo, con la pelota, de situación, acíclico, simétrico, aeróbico-anaeróbico alternado. Es importante presentar el Minibasket como un juego entre los juegos, así como el niño que está estudiando italiano, aritmética, historia, geografía, y no necesariamente a convertirse en un gran escritor, matematico, historiador, así que jugar Minibasket no necesariamente se convierten en un “jugador de baloncesto”, pero también puede convertirse en un gerente, un árbitro , un entrenador o incluso un simpatizante.

El Minibasket será una opciones de grado de preparación que el niño se convirtió en un niño y luego un niño, y luego hacerlo completamente libre y de acuerdo con sus motivaciones.

Si bien enseñado, Minibasket promueve un desarrollo muscular armónico, de hecho, las cuatro extremidades se mueven al mismo tiempo en la carrera, en el regate, en la transición y en el tiro, importantes adaptaciones fisiológicas que preparan a los organismos apropiados para las grandes funciones vitales, los siguientes compromisos cardio-vascular, respiratorios y neuro-vegetativo.


PROGRESIÓN METODOLÓGICA DE LA ENSEÑANZA DEL MINIBASKET

Proponemos una progresión metodológica de enseñanza que parte del niño (conocimiento del propio cuerpo en el espacio y en el tiempo, de los objetos con los cuales se juega, de los demás niños, de las reglas de juego) para llegar a la construcción global del juego del Minibasket.


Entre los 5-6 años

Entre los 5-6 años se necesita educar y desarrollar la capacidad senso-perceptiva, los esquemas motores y posturales, la capacidad y habilidad motriz y más gestos y movimientos son propuestos y aumenta de manera importante el “bagaje motor” del infante.

Los ejercicios-juego deben ser propuestos de forma global, a través de situaciones-problema por resolver, “Veamos si es capaz de…?” y el clima de las clases debe ser agradable y tranquilo.

A esta edad no se necesita enseñar analíticamente los fundamentos del baloncesto, sino proponer la educación y el desarrollo de los esquemas motores y de la capacidad motriz bajo la forma de juego (jugar a correr, saltar, a lanzar, a recibir y demás).
No se prevén partidos.


Entre los 7-8 años

A esta edad es necesario continuar educando y desarrollando los esquemas motores de base (perfeccionándolos), de manera que puedan ser transformados en habilidades motrices específicas (fundamentos de juego), a través de la educación y el desarrollo de las capacidades motrices (capacidades coordinativas, movilidad articular y estructuración de las capacidades condicionales).

Los niños deben jugar a botar el balón, tirar, pasar y defender, todo debe ser presentado por el Instructor en forma global, partiendo de las reglas del juego del Minibasket.

Pero antes de analizar las reglas del juego del Minibasket es importante meter a los chicos en condiciones de conocer los movimientos que pueden realizar en el espacio y en el tiempo, entender que cosas pueden hacer en ataque y en defensa y conocer el reglamento del juego.

Cuando un niño está “listo”, se pueden presentar las 4 reglas de juego, de los cuales se extrapolarán más adelante los fundamentos del baloncesto:

 

1) “No se puede caminar ni correr con el balón en la mano, si se quiere desplazar por la cancha de debe driblar la pelota”;

 

2) “Para ganar es necesario hacer más puntos que los adversarios, por lo que es necesario lanzar la pelota al canasto de los oponentes”;

 

3) “No se puede jugar siempre solo contra todos, por lo que habiendo compañeros de equipo, se debe buscar pasar la pelota”;

 

4) “Es necesario defender ante la propia cesta”. La defensa comienza desde el ataque. Un niño en possesion de la pelota debe defenderla, si la pierde o le quitará, debe intentar recuperarla, y si no defiende su propia canasta y evitar que el atacante no lleva la canasta con facilidad. Un niño no se defiende, ataque. Si un niño defiende de un niño en la posesión del balón debe tratar de quitarla (si regates por delante). Si un niño defiende en un niño no en posesión del balón tiene que asegurarse de que no reciba el balón al compañero con demasiada facilidad.

Del juego-base, que no es sólo 1vs1, 2vs2 o 3vs3, sino que puede ser en cualquier ejercicio-juego o juego propedéutico, el Instructor observará aquello que sucede en la cancha, buscará observar las reglas de juego del Minibasket y extrapolará las “situaciones no correctas o no bien aprendidas”.

De esta manera “trabajará” sobre estas situaciones (análisis del gesto), presentando ejercicios-juego “ad hoc”, para regresar después al juego-base (global) y verificar si la capacidad de juego de los niños ha mejorado.

La corrección debe ser global y efectuarse mientras los chicos están jugando.

Por ejemplo, si durante el juego-base 1vs1, el Instructor observa que los niños no saben driblar o driblan mal, trabajará el dribling, para luego hacerle regresar nuevamente al 1vs1.

El objetivo final es de jugar 3 vs 3 en forma libre en medio campo (defensa individual obligatoria, cesta h. 2.60 mt., pelota de Minibasket).

Entre los 9-10 años

Continúa el trabajo de educación y desarrollo de las capacidades y habilidades motrices, los fundamentos de juego deben ser ulteriormente perfeccionados y las correcciones se vuelven más analíticas.

En esta edad se parte de la globalidad (juego-base 1vs1, 2vs2, 3vs3) para pasar a lo analítico y para retomar después a lo global con la consiguiente verificación.

No debe existir una especialización del rol, los gestos y los movimientos no deben ser exageradamente tecnificados, el juego debe ser libre y las ideas de juego (de ataque y de defensa) que el Instructor presenta de cuando en cuando, deben iniciar de lo simple para ir pasando sucesivamente a lo complejo.

Es importante trabajar sobre situaciones reales de juego en inferioridad y superioridad numérica, se necesita tener paciencia, respetar los diversos ritmos de aprendizaje y proponer ejercicios que no sean demasiado largos y coreografiados (esencialidad).

El objetivo final es de jugar 4vs4 y 5vs5 de manera libre primero y después en forma organizada (defensa individual obligatoria, en todo el campo, cesta h 2.60 mt., pelota de Minibasket n. 5).

El juego-base

El juego-base (1vs1, 2vs2, 3vs3, 4vs4, 5vs5) es la plataforma ideal para que un instructor enseñe a los niños el juego del Minibasket, después de haber construido una sólida base motriz multilateral.

El juego-base 1vs1

El juego-base 1vs1 puede ser utilizado de manera simple con los niños de 8 años y de una manera más compleja con los de 9-10 años y representa el punto de partida para la enseñanza del Minibasket.

Las indicaciones que se deben proporcionar a los chicos en el 1vs1 pueden ser las siguiente:

  • no se puede correr con el balón en la mano;
  • no se puede salir del campo de juego;
  • no se puede botar el balón nuevamente después de haberse detenido (parada);
  • quien está en posesión de la pelota debe buscar ir donde no esté el adversario (explicar como) y debe decidir de manera inmediata que hacer, pero debe además cambiar de idea si aquello que ha previsto no se está verificando;
  • quien tenga posesión del balón debe buscar no dejársela quitar (drible protegido, girarse de espalda);
  • quien esté en posesión del balón debe buscar batir al adversario;
  • quien no esté posesión de la pelota y esté atacando debe desmarcarse;
  • quien esté a la defensa no debe nunca dejarse batir y debe estar delante del atacante, sea que esté o no en posesión del balón.

El Instructor debe observar bien el comportamiento de los niños durante el juego-base y de las diversas situaciones que se presenten en el campo de juego, debe extrapolar aquello que los niños no saben hacer o que no hacen bien, proponiendo ejercicios, juegos y competencias útiles para resolver el problema.

Por ejemplo, se puede observar que el niño en posesión del balón no sabe utilizar bien el drible para desplazarse por el campo, o se sale del rectángulo de juego, no cambia de mano, no sabe escoger que tipo de drible utilizar, no controla bien la pelota, no tiene una correcta percepción de su propio cuerpo, del espacio, del tiempo, no sabe tomar decisiones rápidamente.

O se puede observar que el chico en la defensa comete demasiadas faltas cuando quiere recuperar el balón, no es coordinado, posee poco equilibrio, no percibe la distancia, no sabe disociar las acciones de los brazos de aquellas de las piernas.

El instructor en este punto, debe escoger y tomar decisiones “sobre que cosa”  debe intervenir de manera primaria para ayudar al niño a resolver los problemas arriba mencionados que se manifiestan en el juego.

Deberán proponerse ejercicios-juegos para la solución del o de los problemas y se buscará corregir los principales errores de ejecución (haciendo esto podrán desaparecer los errores secundarios, deberá proporcionar a los chicos indicaciones simples pero esenciales para entender el juego (lógica aplicada al movimiento).

Para hacer todo esto tendrá que saber muchos ejercicios de drible, defensa, en mucho y poco espacio, ejercicios de equilibrio y coordinación (para mejorar la defensa), etc.

Después de trabajar analíticamente, deberá proponer nuevamente el 1vs1 basado en el juego y verificar si el trabajo realizado ha sido productivo o no.

En el 1vs1 el niño deberá entender progresivamente que el drible sirve para:

  • pasar de la defensa al ataque;
  • vencer a su oponente;
  • terminar en la cesta (entrada, tiro, parada paso y lanzamiento)
  • para mejorar el ángulo de pase (cuando se juega con los compañeros).

El 1vs1 es prácticamente un duelo, donde los dos contendientes son alternativamente atacantes y defensores (la capacidad de cambiar mentalidad rápidamente). Deben estar en condiciones de entender cuando deben cambiar de mano, de dirección, de velocidad, cuando es mejor pasar en vez de driblar, cuándo es mejor lanzar y de que manera. Todo esto se llama ” capacidad de anticipación y elección” que prevé una gran cantidad de errores de valoración por parte de los niños.

Sólo después de que el niño ha entendido “qué” debe hacer, entonces se puede iniciar a trabajar en el “cómo” (técnica de ejecución) para obtener un mejor resultado. El juego-base 1vs1 se puede iniciar sorteando el balón o la pelota entregada por el instructor al niño. Se puede jugar 1vs1 en todo el campo, en media cancha, bajo el canasto, se puede continuar con la didáctica, proponiendo situaciones de 1vs1, 2vs1 en todo el campo, en medio campo y bajo la canasta.

El Instructor funge como Arbitro, administra el juego, lo detiene en caso de violaciones al reglamento, enseña el reglamento y es tolerante con los errores de los más pequeños.

El juego-base 2vs2

En el juego-base 2vs2 tenemos al mismo tiempo una situación de 1vs1 con balón y una de 1vs1 sin balón.

Este juego-base puede ser propuesto a partir de los 8 años con modos y técnicas diferentes en relación a las diversas edades.

En el juego-base 1vs1 analizado antes, el niño al ataque tenía la posibilidad de batir al adversario con el drible, o con el tiro a la cesta, mientras el chico a la defensiva buscaba convertirse en atacante, probando recuperar el balón en poder del contrario.

Ahora en el juego-base 2vs2, las posibilidades del atacante con el balón aumentan, de hecho, además de botar el balón y lanzar, puede también pasar el balón al compañero que se ha desmarcado; mientras en la defensa, un niño defiende ahora al que tiene posesión del balón, mientras el otro defiende al que no la tiene.

El niño con la posesión de la pelota debe elegir qué hacer, si es mejor driblar, pasar o tirar (en función de la distancia de la canasta y el defensor).

Por ejemplo, si el niño que lleva el balón no tiene ningún defensor por delante, puede decidir acercarse al canasto contrario driblando, y si un defensor interviene, puede buscar vencerlo con cambio de mano, de dirección o de velocidad.

Si no puede concluir en la canasta en tercer tiempo o con parada y tiro o con parada, paso y tiro, puede pasar el balón al compañero o que está libre delante de él.

Este proyecto motor pensado por el niño en un principio (botar el balón y terminar en la canasta) sufre cambios en su recorrido (con un defensor delante de él), por lo que el niño debe cambiar (tratar de vencer a su oponente o pasar el balón a un compañero de equipo).

Para poder ayudar a todo esto, debe disponer de un equipaje motor y técnico al cual recurrir cada vez para hacer frente a las diversas situaciones que se presentan durante el juego.

El niño que no está en posesión de la pelota, debe buscar “desmarcarse”, esto es que debe ir hacia donde no tiene un adversario directo, para poder recibir el balón y ocupar un espacio vacío. Se debe mover rápidamente en el campo de juego, cuando se permanece quieto, el defensor no tendrá ninguna dificultad en interceptar el balón en caso de un pase (hacer la finta y dejar ver donde desea el pase).

Sumando las dos situaciones 1vs1 con balón y 1vs1 sin balón, inician los juegos a 2 de colaboración, en ataque y defensa.

En el juego-base 2vs2, es didacticamente muy importante limitar al inicio el número de botes del atacante en posesión de la pelota, para obligarlo a pasarla frecuentemente (el pase es más veloz que el drible).

Es muy útil proponer situaciones de superioridad e inferioridad numérica bajo la forma de juego (en mucho espacio y en poco espacio), para hacer entender a los chicos que es mejor pasar el balón al compañero libre en vez de continuar driblando.

A menudo, quien defiende al atacante que no está en posesión del balón, se desinteresa del propio adversario y va a buscar la pelota, dejándolo libre.

Todo esto provoca situaciones tales como:

  • quién está en posesión del balón está marcado por dos defensores;
  • el atacante que no está en posesión del balón está libre, pero no lo recibe porque quien lo tiene está en dificultades;
  • quien no está en posesión de la pelota va hacia quien la tiene para tomarla o recibirla;
  • quien tiene el balón no puede botar o pasar fácilmente.

 

Sería oportuno decirle al chico que no está en posesión de la pelota, que no se acerque a menudo al compañero que la tiene, ya que haciendo esto atraerá también a su defensor (obstaculizando los movimientos).

Esto es posible sólo cuando el poseedor de la pelota está en problemas y grita “ayuda”, entonces el compañero puede acercarse para recibir el balón (pasado o entregado).

El uso del “pie de pívot”, en estos casos, debe estar estructurado y entendido por el niño y no automatizado.

El juego-base 2vs2 puede iniciar con balón sorteado, pasado o entregado por el Instructor o por salto entre dos (jump ball).

Se puede empezar obligando a los niños a pasarse el balón sin botar, después se introduce el bote y finalmente se les da la posibilidad de concluir en la cesta; el juego puede ser por puntos o por tiempo.

Nuevamente el Instructor hace de Arbitro, administrando el juego, deteniéndolo en caso de faltas y violaciones al reglamento, enseñando éste y siendo tolerante cuando los más pequeños se equivocan.

El Instructor debe observar cómo juegan los pequeños y de aquello que observa, extrapola un problema, se “trabaja en ello” y después se retoma el juego base (2vs2 en forma libre) y verifica si cuanto ha propuesto ha producido mejoras.

Se propondrán situaciones de 1vs1 con pelota, 1vs1 sin pelota, 2vs1, 1vs1 con el apoyo del instructor, 2vs2 en todo el campo, 2vs2 en medio campo, 2vs2 bajo la canasta.

Jugando los niños mejorarán seguramente, probaran situaciones reales de juego (que después encontrarán en los partidos), al tiempo que desarrollan su creatividad e imaginación motriz.

No necesita en lo absoluto trabajar en la presentación analítica de los gestos y movimientos, pero es importante poner a los niños en condiciones de saber qué “cosa” deben hacer durante el juego (en ataque y en defensa) y el Instructor debe ayudarle a resolver situaciones-problema que de cuando en cuando se les presentarán en la cancha.

Los juegos-base 3vs3, 4vs4 y 5vs5

En el juego-base 3vs3 es importante poner a los pequeños en condiciones de administrar el espacio disponible (primero en todo el campo, después en medio campo y después bajo el tablero).

En esta situación, los chicos que no tienen el balón son dos, y el poseedor de éste debe decidir a quién se lo pasa (al que primero se desmarque).

Para este fin se deben proponer situaciones de juego reales en superioridad e inferioridad numérica (3vs1, 3vs2 y 2vs3) de modo que quien esté en posesión de la pelota puede escoger, bien botar, lanzar, botar y lanzar o a quién pasarla.

Quién está a la defensiva debe defender bien sea al que está en posesión de la pelota o al que no la tiene; al comienzo la defensa será frontal, después un poco más separada, para anticipar a quien no tiene la pelota.

Si todos los defensores van tras el que tiene la pelota, este debe buscar pasarlo a los compañeros libres; si los defensores cuidan sólo a quien no tiene la posesión del balón, quien lo tiene debe ir rápidamente a concluir en la cesta.

Si el atacante que tiene la pelota se siente fuerte debe intentar batir driblando a su adversario directo, de lo contrario la pasará a los compañeros. Este trabajo requiere de mucho tiempo, los ejercicios deben ser propuestos bajo la forma de juego y el método a utilizar es similar al utilizado en el juego-base 2vs2.

Del juego-base 3vs3 se pasa progresivamente a los juegos-base 4vs4 y 5vs5, a través de la presentación de situaciones de superioridad e inferioridad numérica (4vs1, 4vs2, 4vs3, 5vs1, 5vs2, 5vs3, 5vs4).

Lo importante es que los niños jueguen mucho, sin demasiadas interrupciones por parte del Instructor; solo así tendrán la oportunidad de descubrir ellos solos la solución más adecuada, serán más creativos, se divertirán más y no serán obligados a hacer solo aquello que el instructor quiere.

Si no pueden concluir en la cesta 1vs1, los chicos buscarán otras soluciones y esto es pasar la pelota al compañero y jugar con él (dar y recibir, dar y seguir, dar y cambiar de puesto).

De las situaciones de 4vs4 y 5vs5, el Instructor extrapolará lo que ha observado y propondrá ejercicios que mejoren la capacidad de los niños para jugar y finalmente volverá a hacerles jugar 5vs5 de un modo más organizado.

El Instructor debe dirigir el juego, enseñar el reglamento, administrar las faltas y violaciones, enseñar las señales de arbitraje, no pitar con demasiada frecuencia y tratar de hacer que los niños comprendan la “globalidad” del juego.

 

Entre los 11-12 anos

Continua el trabaio de desarrollo de las capacidades y habilidades motrices, los fundamentos de iuego deben ser ulteriormente perfeccionados, y las correcciones se vuelven mas analiticas. Es importante trabajar sobre situaciones reales de juego en ataque y en defensa.

El objetivo final es de jugar 5vs5 de manera organizada, defensa individual obligatoria, toda cancha, cesta h. 3.05 mt., pelota de Minibasket n. 5).

Descarga aquí la lección in pdf

 

Prof. Maurizio Mondoni

 

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